Hay que buscar entre los restos
lo que ha sobrevivido. Nunca estamos seguros.
Podríamos sentirnos de otro modo,
si nuestros sentimientos
son como territorios de frontera,
tantas veces perdidos,
recuperados, vueltos a perder?
Porque el amor no es enamorarse.
Es, una y otra vez, construir el mismo patio
donde escuchar el canto de los mirlos,
cuando aún es de noche, en primavera.
De entre todos los pájaros,
es el único canto que podría ser Schubert.
Solos en la cocina, como a los veinte años,
a ti y a mí
nos hace fuertes esa melodía.
Más claridad no la tuvimos nunca.
De "Un asombroso invierno"
En "Todos los poemas"