Primero está la alegría,
introducida de estraperlo por la frontera
atravesando un túnel estrecho.
La noche está por encima, ahogada en el mar,
metida bajo tierra,
ha pasado miles de años sola.
Olores que ya existían
lo rodean todo,
los caballos bufan en el establo.
Despertarse con luz,
mirar el juego de sombras en el papel pintado,
oír los pájaros en las piedras y arbustos.
Las voces y risas de los mayores,
una pista de aterrizaje segura
al otro lado de la pared.
Primero está el jardín de la mañana
al sol,
su manera de iluminar el corazón.
Las manzanas caen sobre la hierba cálida,
los insectos ascienden
desde los pétalos de las flores.
Primero está la apertura
que pronto se cerrará,
sin rostro.
Primero está la confianza,
que será engullida con facilidad
por el miedo galáctico.
Primero está la alegría,
que recién nacida mana
hacia el mundo, soñándolo.
Luego le sigue la pena, luego la ira,
y alguien dice:
-Que la paz sea con ello.
La vida es la muerte que vendrá,
pero primero está la alegría.
De "Sol de salamandra"