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viernes, 24 de enero de 2025

Marnie Pomeroy. Pájaros

decimos que nacieron para cantar, cantar es su trabajo.
Se despiertan para trabajar, y sus pequeños gorjeos somnolientos
crecen en intensidad al ritmo del amanecer
como el clarear de árboles y campos. Su música inquieta
se infla para lanzar (el denso bullicio, enjambre de notas y
charla alborozada a través de las hojas)
confusión in crescendo como la mañana.
Dichos cantos vociferan y chillan al unísono, 
un verdadero griterío que encuentra el espolón solar.
   
Tan simple es el júbilo? Las flores puras
y humildes abren su garganta de seda y pronuncian 
fanfarrias mudas para celebrar el aire.
Los pájaros, más cercanos y libres de tallos
cómo pueden cantar más fuerte a la mañana, y nosotros
(en proporción a ellos como ellos a las flores)
no sacudir al sol con el clamor de nuestros coros?
   
Porque el placer en su evolución 
provino de los hombres y maduró de las flores, mostrando 
ambos caminos a los pájaros que aletean y lo cantan de verdad.
Pero el placer que traducimos en palabras se marchita
como las flores, si pensaran, también.



De "Partícula y llama. Antología poética"
     

miércoles, 25 de diciembre de 2024

Marnie Pomeroy. Para Maeve, tres años

Bienvenida al mundo!
Al presentártelo 
me convierto en tu invitada.
   
De repente razonable
sin metafísicas, matices ni fantasmas,
el mundo geográfico con un libro de historia obsoleto
es habitado por precisos y benevolentes
vecinos con flores y mascotas.
   
El oso del bosque del que estás advertida
ama la miel y te devoraría como un sueño.
Y el cementerio que debemos explicarte 
duerme, de hecho
   
por el desconcierto que la urraca
inmóvil y rígida en ti produjo,
y ocultarlo indicaba algo terrible
que tumbada en la alfombra desvelaste 
gritando «Mírame: estoy muerta».
   
Al caminar a tu lado
tu mano me equilibra:
un cordón a través de tu infantil pureza
hacia el fundamento.
Es ahora todo más seguro
cuando tú así lo ves también.



De "Partícula y llama. Antología poética"