Mostrando entradas con la etiqueta Wislawa Szymborska. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Wislawa Szymborska. Mostrar todas las entradas

lunes, 7 de julio de 2025

Wislawa Szymborska. Salmo

Qué poco herméticas son las fronteras de los países humanos!
Cuántas nubes las cruzan impunemente,
cuánta arena del desierto se derrama de un país a otro,
cuántos guijarros del monte ruedan en propiedad ajena
saltando provocativos!
   
He de enumerar aquí, uno por uno, los pájaros al vuelo, 
o al que en este momento se posa en una barrera cerrada?
Aunque sea solo un gorrión, su cola ya es fronteriza,
pero su pico es de aquí. Y encima no se está ni un segundo quieto.
   
De los innumerables insectos me limitaré a la hormiga,
que entre la bota izquierda y la derecha del guardia,
no se siente obligada a contestar a las preguntas: de dónde, adónde.
   
Ah, ver claramente, a un tiempo, ese completo desorden
en todos los continentes!
No es acaso ese ligustro de la orilla contraria
el que pasa por el río, de contrabando, una enésima hoja?
Porque quién sino la atrevidamente manilarga sepia
viola la zona sagrada de las aguas territoriales?
   
Cómo se puede hablar de un cierto orden,
cuando ni siquiera las estrellas se dejan correr
para que nos quede claro bajo cuán hemos nacido?
   
Y además ese censurable extenderse de la niebla!
Y el polen que surca la estepa
como si no estuviera partida en dos!
Y las ondas del aire que llevan servicialmente el sonido de las voces:
chillidos evocadores, gorgoteos sugerentes!
   
Solo lo humano sabe ser verdaderamente ajeno.
El resto son bosques mixtos, trabajo de zapa y viento.



De "El gran número"
En "Poesía completa"

miércoles, 22 de enero de 2025

Wisława Szymborska. Inocencia

Concebida en un colchón de pelo humano.
Gerda. Erica. Tal vez Margarete.
No sabe, de verdad no sabe nada de eso.
Este tipo de noticias no sirve
ni para ser comunicado, ni para ser recibido.
Las Erinias griegas son demasiado justas.
Hoy en día nos irritaría su exageración de pájaros.
   
Irma. Brigitta. Tal vez Frederike.
Tiene veintidós años o poco más.
Conoce tres lenguas extranjeras, necesarias en los viajes.
La empresa en la que trabaja recomienda para la exportación 
los mejores colchones, solo de fibras artificiales.
La exportación acerca a los pueblos.
   
Berta. Ulrike. Tal vez Hildegarde.
Hermosa no, pero sí alta y delgada.
Mejillas, cuello, pechos, muslos, vientre,
todo en plena floración y con brillo de novedad.
Alegremente descalza en las playas de Europa
suelta su pelo rubio que le llega hasta las rodillas.
   
No le aconsejo que se lo corte -le dijo el peluquero-,
una vez cortado, ya nunca será tan abundante.
Créame, por favor.
Está demostrado
tausend... und tausendmal.



De "Mil alegrías
-un encanto-"
En "Poesía completa"


   

domingo, 6 de octubre de 2024

Wisława Szymborska. Museo

Hay platos, pero no hay apetito.
Hay alianzas, pero no amor correspondido
desde hace al menos trescientos años.
   
Hay un abanico, dónde está el rubor?
Hay espadas, dónde está la ira?
Y el laúd ni siquiera suena al alba.
   
A falta de eternidad, han reunido
diez mil cosas viejas.
El mohoso portero dormita apaciblemente,
sus bigotes cuelgan por encima de la vitrina.
   
Los metales, la arcilla, una pequeña pluma de pájaro
triunfan, callados, en el tiempo.
Solo se ríe la aguja de la risueña de Egipto.
   
La corona sobrevivió a la cabeza.
La mano perdió contra el guante.
El zapato derecho venció al pie.
   
En cuanto a mí, creedme, vivo. 
Mi carrera contra el vestido aún continúa. 
Y qué terquedad la suya!
Y qué deseos de sobrevivir!



De "Sal"
En "Poesía completa"


lunes, 8 de julio de 2024

Wisława Szymborska. Conmemoración

Se amaron entre avellanos,
bajo soles de rocío, 
de hojas secas y tierra
se les llenó el cabello.
   
Corazón de golondrina,
ten piedad de ellos.
  
Se arrodillaron junto al lago,
se quitaron las hojas,
y los peces se acercaban
a la orilla como destellos.
   
Corazón de golondrina,
ten piedad de ellos.
   
El reflejo de los árboles humeaba 
en la ola menguante.
Golondrina, haz que nunca 
olviden ese instante.
   
Golondrina, espina de la nube,
ancla del aire,
Ícaro mejorado,
frac en el séptimo cielo,
   
golondrina, caligrafía, 
manecilla sin minutos,
gótico temprano pajaril,
estrabismo en los cielos,
   
golondrina, silencio agudo,
luto alegre,
aureola de los amantes,
ten piedad de ellos.



De "Llamando al Yeti"
En "Poesía completa"


martes, 18 de junio de 2024

Wisława Szymborska. Noche

Y dijo Dios: "Toma ahora a tu hijo,
el único que tienes, al que tanto amas,
Isaac, y ve a la región de Moriah. Allí
lo ofrecerás en holocausto en un monte
que yo te indicaré".
    
Pues qué habrá hecho Isaac?,
dígame, padre catequista.
Quizá rompió con su pelota el cristal del vecino?
Quizá rasgó sus pantalones nuevos
al saltar la tapia?
Tal vez robaba lápices?
Espantada gallinas?
Soplaba en los exámenes?
   
Que los adultos 
duerman su estúpido sueño,
yo esta noche
debo pasarla en vela.
Esta noche calla,
pero calla contra mí 
y es negra 
como el fervor de Abraham. 
   
Dónde me ocultaré 
cuando el bíblico ojos divino
se pose sobre mí 
como se posó sobre Isaac?
Dios puede revivir, si quiere,
historias antiguas.
Por eso me oculto entre las mantas,
congelada de miedo.
   
Al poco tiempo, algo
blanqueará la ventana,
un pájaro o el viento
susurrará por mi cuarto.
Pero no hay pájaros 
con alas tan grandes,
ni viento
con un camisón largo.
  
Dios fingirá 
que entró volando sin querer,
que no, que para nada es aquí,
y luego se llevará a papá
a la cocina para conspirar,
con una gran trompa le soplará en el oído.
   
Y cuando mañana, apenas amanezca,
papá me lleve consigo,
iré, iré
negra de odio.
   
En ninguna bondad, en ningún amor
voy a creer,
más indefensa
que las hojas de noviembre.
Ni a confiar,
en nada vale la pena confiar.
Ni voy a amar,
a llevar el corazón vivo en el pecho.
Cuando suceda lo que ha de suceder,
cuando suceda,
me latirá un hongo seco
en lugar del corazón.
   
Y Dios espera,
y desde un balcón de nubes mira
si la hoguera prende
bien, uniformemente,
pero va a ver
cómo se muere a despecho,
pues voy a morir,
no dejaré que me salve!
   
Desde esa noche, 
peor que una pesadilla,
desde esa noche,
de espantosa soledad,
comenzaría Dios,
poco a poco, 
día a día,
la mudanza 
de lo literal 
a lo figurado.



De "Llamando al Yeti"
En "Poesía completa"


lunes, 14 de agosto de 2023

Wislawa Szymborska. Despedida de un paisaje

No le reprocho a la primavera
que llegue de nuevo.
No me quejo de que cumpla
como todos los años
con sus obligaciones.
   
Comprendo que mi tristeza
no frenará la hierba. 
Si los tallos vacilan  
será sólo por el viento.
   
No me causa dolor
que los sotos de alisos
recuperen su murmullo.
   
Me doy por enterada 
de que, como si vivieras,
la orilla de cierto lago
es tan bella como era.
   
No le guardo rencor
a la vista por la vista
de una bahía deslumbrante.
   
Puedo incluso imaginarme
que otros, no nosotros,
estén sentados ahora mismo
sobre el abedul derribado.
   
Supongo incluso
que los une el amor
y que él la abraza a ella
con brazos llenos de vida.
   
Algo nuevo, como un trino,
comienza a gorgotear entre los juncos.
Sinceramente les deseo
que lo escuchen.
   
No exijo ningún cambio
de las olas a la orilla,
ligeras o perezosas,
pero nunca obedientes.
Nunca le pido
a las aguas junto al bosque,
a veces esmeralda,
a veces zafiro,
a veces negras.
   
Una cosa no acepto.
Volver a ese lugar.
Renuncio al privilegio
de la presencia.
Te he sobrevivido suficiente
y sólo lo suficiente
como para recordar desde lejos.



De "Fin y principio"
En "Poesía no completa"


lunes, 10 de enero de 2022

Wislawa Szymborska. Algo evidente

Henos aquí, amantes desnudos,
bellos -y mucho- para nosotros mismos,
sólo cubiertos con hojas de párpados,
recostados en una noche profunda.

Pero saben ya de nosotros, saben,
estas cuatro esquinas, este quinto horno,
esas sombras sagaces sentadas en las sillas
y la mesa con su muy significativo silencio.

Y saben los vasos por qué, en el fondo,
el té se enfría sin que nadie se lo tome.
Swift ya no tiene ninguna esperanza,
nadie lo leerá esta noche.

Y los pájaros? No te hagas ilusiones:
ayer vi cómo en el cielo
escribían abierta y claramente
el nombre con el que te llamo.

Y los árboles? Dime qué quiere decir
su murmullo infatigable.
Dices: tal vez el viento tenga a bien saber.
Y cómo supo el viento lo nuestro?

Entra por la ventana una mariposa nocturna
y con sus alas velludas
ensaya despegues y aterrizajes
zumbando terca sobre nuestras cabezas.

Acaso ve más que nosotros
con la agudeza de su vista de insecto?
Yo no lo presentí, tú no lo adivinaste:
nuestros corazones brillan en la oscuridad.
   

De "Amor feliz y otros poemas"