Un poco más y se detiene el sol.
Los espíritus del alba
soplaron en las desecadas caracolas;
el pájaro cantó tres veces
tres veces sólo;
la lagartija en la piedra blanca
queda inmóvil
mirando la yerba requemada
allí donde se deslizó la culebra.
Un ala negra traza una profunda brecha
arriba en la cúpula del azul,
átala, que se abre.
Dolor de la resurrección.
En "Mithistórima y otros poemas"