llega hasta mí un olor a madreselvas.
El sol amarillento del otoño,
me ha alumbrado por dentro el corazón.
Ven conmigo a jugar en la pradera,
los pájaros se arrullan en la brisa.
No te pongas sandalias. Ven descalzo,
saltaremos los dos como gacelas.
Abre la puerta y mira el horizonte.
Di, por qué te detienes? Se hace tarde.
Mientras yo tejo un manto para el día,
tú en voz baja, me dirás tu canto.
De "Anillo de silencio"