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martes, 17 de septiembre de 2024

Thomas Hardy. La ofrenda de paz

Era una cosa muy pequeña,
mas para mí significaba
un descanso de todo aquello
que últimamente envenenaba 
incluso el canto de los pájaros.
   
Mas no le di la bienvenida
y renuncié, oh, infinitos
remordimientos que de noche
en procesión revolotean
por mi cabeza!



De "Momentos de clarividencia y versos variados"
En "Antología poética"
   
   

viernes, 16 de agosto de 2024

Thomas Hardy. In tenebris

El invierno se acerca,
mas el dolor de mi duelo
no puede otra vez traérmelo:
nadie muere dos veces.
   
De la flor huyen los pétalos,
mas esta terrible escena,
pues más veces ocurrió,
ya no puede hacerme daño.
   
Tiemblan de miedo los pájaros;
no perderé mi vigor
en los páramos helados:
hace mucho que se fue.
   
Amarillean las hojas,
heladas, mas los amigos
ya no hacen temblar de frío
a quien ninguno conserva.
   
Puede herir la tempestad,
pero el amor este año
el corazón no herirá 
de quien corazón no tiene.
   
Negro el manto de la noche,
pero la muerte na o asusta
a aquel que, sin dudar más,
espera sin esperanza.



De "Poemas del pasado y del presente"
En una "Antología poética"




martes, 25 de junio de 2024

Thomas Hardy. El mirlo negro

Me asomé al borde de un seto de retoños
  un día que la Escarcha era de un gris espectral
y las babas del Invierno arrasaban
  la débil mirada del día.
Los tallos enroscados a las guías rasgaban el cielo
  como cuerdas de liras rotas
y toda la gente que vivía cerca
  se había retirado al pie del fuego del hogar.
   
Los rasgos afilados de la tierra semejaban
  el cadáver del Siglo,
su cripta el dosel de nubes,
  el viento su plañido de muerte.
El antiguo latido del embrión y el nacimiento
  se había encogido, endurecido y seco,
y todo espíritu sobre la tierra
  parecía tan carente de ardor como yo.



De "Antología poética"


lunes, 3 de junio de 2024

Thomas Hardy. El último crisantemo

Por qué tarda tanto esta flor
en mostrar sus trémulos penachos?
Ahora es el tiempo en que los ruiseñores plañen,
cuando las flores están en sus tumbas.
   
Durante el lento verano, cuando el sol
ordenó a cada fronde y certicilo
que pusiera en florecer todo su empeño,
por qué este no se desplegó?
   
tuvo que haber sentido esa ferviente exigencia,
aunque no hiciera caso,
despertando solo ahora, cuando las hojas caen como cadáveres
y las savias retroceden.
   
Es tardía su belleza y solitaria,
la luz de la estación se apaga
y solo le queda estremecerse
en tempestades turbulentas.
  
Tuvo alguna razón para demorarse,
soñando, en su estupidez,
que por una flor tan delicadamente alegre
el invierno se abstendría de golpear?
   
Hablo como si esa cosa hubiera nacido
con capacidad para pensar,
pero solo es una máscara de las muchas
con las que el Gran Rostro se cubre.

 

En "Antología poética"