75.
Después de muchas primaveras, me di cuenta de
que prefiero tu invierno, sobre tu hombro, en tu sofá,
susurrándome "no te vayas".
Después de muchas primaveras, me di cuenta de
que somos como dos aves, libres pudiendo escapar,
pero preferimo enjaularnos entre nuestros brazos.
Después de muchas primaveras todo iba como van
las cosas que son monótonas.
Después de muchas primaveras me di cuenta de que ya
no es lo mismo, que tu susurro se convirtió en un slencio
y que desapareciste como desaparecen las flores en otoño.
Después de muchas primaveras,
me quedo con mi invierno, mi otoño y mi verano,
me quedo conmigo y mis manías, porque no necesito
tu hombro, ni tu susurro. Me quedo con mi silencio,
y mis primaveras.
De "Noventa formas de amor"