Cuando me mudé de una casa a otra
no tenía espacio para muchas cosas.
Qué se hace? Alquilé el espacio
de un almacén. Y lo llené. Pasaron años.
De vez en cuando iba y miraba,
pero nada sucedía, ni tan siquiera
un pinchazo en el corazón.
A medida que envejecía las cosas
queridas eran menos, pero de mayor
importancia. Así que un día abrí
el candado y llamé al trapero.
Se lo llevó todo.
Me sentí cual burro por fin
aliviado de su carga. Cosas!
Que ardan, que ardan! Haced
un buen fuego! Más sitio adentro
para el amor, los árboles! Las aves
sin pertenencias, que por eso vuelan.
De "Alegría"
("Felicity")
En "Devociones"