Ese pájaro atroz
me picotea el vientre.
A su oído yo canto mis canciones,
digo palabras inventadas,
que quieren ser caricia, arrullo, historias,
para que su crueldad no lo avergüence,
para que no me deje sola, atada a esta roca.
De "Lección de anatomía"
En "Lo terrible es el borde"