y otra ola
y otra ola
devorándose.
Sobre la playa
ramas, algas,
cadáveres de peces sin color:
despojos de la noche.
El hoy nace y renace en cada golpe,
se disuelve
en espuma y reflejo.
Quizá sean
el viento húmedo o la arena ardiente
los que te hacen soñar el porvenir.
Pero sabemos
que el porvenir no llega
sino en fugaz presente. El agua cubre
por un instante
y estremecidamente el pie desnudo.
Algo te dice que eres ese fulgor sobre las aguas,
el triste ronroneo de ese avión a lo lejos,
ese pájaro viejo que alza vuelo.
De "Explicaciones no pedidas"
En "Poesía reunida"