de crueldad de esta sociedad
se la debemos a interioristas
diseñadores y arquitectos
del hospital.
Cadena perpetua
para los que decidieron
su enclave en el mapa
y a los que talaron los árboles
a los que empequeñecieron sus ventanas
a los que descuidaron sus techos
(esos que contemplamos las desvertebradas)
a los que echaron a los pájaros
a los que no quisieron idear un sistema
que nos permitiera contar estrellas,
o sentarnos juntos al atardecer
tras las montañas.
Oprobio y abucheos en plaza pública
a los que planificaron los menús,
a los que distribuyeron las mesas en el bar,
a los que pintaron con desgangelo sus paredes,
a los que no pusieron camas para los que acompañan,
baños con duchas, sillas cómodas, cafés gratuitos
y lugares donde refugiarse cuando se nos quiebran
la alegría o la esperanza.
Pena de muerte con tortura
a esos que decidieron que se puede trabajar
durante 38 horas seguidas, y ser infalible!
A los que tuvieron la genial idea de citar
a seis pacientes a la misma hora
y así generan colapsos, colas, enfados, desánimo
en las salas de espera.
A los que recortan en personal, camas, plantas, material
y así nos tratan a los enfermos y nuestras familias
y a los profesionales cojonudos que nos curan
como si fuéramos puta mierda.
Mi odio a vosotros es total,
os odio desde mi fallo multiorgánico
os odio desde mis tripas recosidas.
De "A orillas del Volga"