miércoles, 21 de mayo de 2025

Sylvia Plath. Prólogo de la primavera

El paisaje del invierno cuelga ya en equilibrio,
atravesado por la mirada azul de una gorgona;
los patinadores se helan en un retable de piedra.
   
El aire se hace de cristal y el cielo todo
se vuelve frágil como un cuenco de porcelana inclinado;
cerro y valle adquieren rigidez de hileras sucesivas.
   
Cada hoja que cae es atrapada por el hechizo del acero,
rizada como un helecho en la atmósfera de cuarzo;
un reposo de escultura en el campo preserva su quietud.
   
Qué contrahechizo podría liberar la trampa
que ha detenido en su avanze a la estación
y ha dejado en suspenso todo acontecer?
   
Prisioneros de ataúdes de cristal se hallan los lagos,
y mientras nos preguntamos qué podrá venir del hielo
los pájaros que cantan el verdor brotan de cada una de las rocas.
   


En "Poesía completa"