Caza da a sus hijos
Con qué cantar volar dormir
Al duro contacto del bosque cerrado
Prefiere los húmedos campos
Que cargan las últimas briznas del día
La fina trama de la vida
Cubre dulcemente tu rostro
Y guardas en este cestillo
Nuestros medios nuestras razones de vida
Eres tan buena como hermosa
A ti van las palabras más bellas
Esta tarde hablaremos de nosotros y de los pájaros
No escucharemos la larga y velada historia
De los hombres expulsados de sus casas
Por la muerte de mandíbulas de oro
De los hombres menos fieros que las bestias
Que siguen por todas partes a la desdicha
Que no llegan por tanto desnudos
A un asilo de claridad como el nuestro
Nosotros nos cuidamos uno de otro
Día tras día preservamos nuestra vida
Como un pájaro su forma abierta
Y su placer
Entre tantos pájaros por venir.
De "Últimos poemas de amor"