martes, 30 de julio de 2024

Erik Axel Karlfeldt. Brusala

Luz de Brusala,
eres río de corriente rauda y estruendo,
eres mañana sobre vastas llanuras que persigue a rienda suelta.
   
Eres anochecer que pinta
con el último de sus rayos
la más altiva copa de álamo y los tejados de las más altas casas.
   
Noche de Brusala,
eres golondrina que aguarda despierta 
y se va durmiendo suave, largamente, bajo los árboles en torno a tiernas alas.
   
Eres sueño que gusta rezagarse 
bajo el velo muelle de los sauces
e ir en torno a sendas escondidas donde la luz es suave e imperceptible.
   
Primavera en Brusala,
eres un estridor de cisne que súbitamente se oye
en un torbellino de nieve sobre el páramo, donde los arroyuelos comienzan a gritar.
   
Eres el silbido que rompe
por entre los bordes blancos de las ventanas
y muge como resonante rabel muriendo como mueren los suspiros.
   
Otoño de Brusala, 
eres un relucir moribundo, una voz
que huye, se aleja entre espacios como una nube crepuscular con una golondrina.
   
Eres el corazón que llora,
como si nunca fuera a volver
a su nido bajo las tejas, bajo voces amarillas y girantes. 



De "Flora y Pomona y otros poemas"