lunes, 22 de abril de 2024

Forugh Farrojzad. Rebeldía

No trates de ponerme candados de silencio,
que tengo que contar aún varias historias.
Quítame de los pies estos grilletes
que laceran mi carne delicada.
   
Ven aquí, varón, ven, engreído.
Ven a abrir el cerrojo del cofre que no contiene nada.
Me encerraste durante tantas vidas...
Libérame de tanta vida muerta.
    
Soy el ave que desde hace mucho tiempo
solo volar anhela.
Mi canto se redujo a un suspiro.
Mis días pasaron, maltrechos. 
   
Candados de silencio no trates de ponerme.
Que aún muchos enigmas me quedan por contar
al oído a todo el mundo.
Que aún debo cantar mis ardientes canciones.
   
Ven, abre la cancela para que abramos las alas
hacia los cielos transparentes de los versos sin más.
Si volamos juntos, si nos lo permitimos,
ser una flor en el jardín del canto será mi triunfo. 
   
Mi boca dulce por tus besos. 
Mi cuerpo oliendo a ti.
Mi mirada crepitante.
Mis entrañas latientes en sangre
por ti, amor mío. 
    
Mas, tú, varón, ser engreído,
no condenes mis versos por infame.
Qué sabes tú de lo que se desborda
de mi pecho en esta jaula asfixiante.
   
No digas: tus versos son profanos.
Ah, dame un buen trago de su infamia.
Para ti el paraíso, sus ángeles y sus fuentes benditas.
Dame a mí un lugar al fondo del infierno abominable.
   
Un libro, algo de paz, de intimidad, de poesía,
lo suficiente como para emborracharme 
con el vino fugaz de la vida. Por qué voy a lamentarme
por no tener acceso al paraíso prometido, si en mi corazón 
albergo el paraíso de cada latir?
   
De noche, cuando danza la luna, serenamente,
en el cielo apagado y tú duermes,
yo, ajumada de dulzuras, 
me abrazo a su luz.
   
En esta cárcel, carcelero,
la brisa me cubrió de mil besos envolventes. 
De noche se estremecía todo mi ser con tantos besos.
De día, se los regalaba al sol sin que te dieras cuenta, carcelero.
   
Renuncia al hadiz, varón,
que el desafío te embriague de placer.
Dios todopoderoso me perdona.
Quién si no él me dio a mí, su poeta,
este corazón tan loco?



De "Cautiva"
En "Eterno anochecer. Poesía completa"