Hablando con los muertos,
trato de escucharlos
en vez de mi monólogo perpetuo.
Qué habeis aprendido?
Pregunto.
Y ellos responden:
que somos hojas en una tormenta,
sal disuelta en el mar,
que un año nos reduce
a nuestros elementos irreductibles
los cuales son inpronunciables en la antigua
manera
pero llenos del sonido
que hace una lombriz, excavando,
o un pájaro cayendo del cielo.
No-no te lamentes por nosotros en nuestra nueva
forma
que no admite duelo.
Laméntate por ti misma
y por tus vidas no vividas,
todavía llenas de preguntas.
...
El lenguaje, mientras lo poseas,
puede sanarte.
Toma este remedio, este bálsamo,
este ungüento
con nuestras bendiciones de silencio.
De "Love Come First"