miércoles, 30 de agosto de 2023

Carolyn Forché. Crisis de agua

Han cortado el agua en la metrópolis que se está hundiendo.
No laven ropa! Báñense solamente con baldes pequeños!
 
Mientras tanto, cisternas la mandan en los techos de los ricos
cantando por las tuberías de las mejores casas.
   
Hay sonidos de aplausos, es el palmoteo de alas
justo antes de que las palomas entren a la oscuridad del nido.
   
Después, quietud. Las sirenas se apagan. Las puertas de seguridad
se cierran del golpe. Es como la noche. Esperamos respirar de nuevo.
   
Los gallos son obligados a pelear con cuchillos atados a sus pies.
Esto es ilegal. También lo es todo lo demás y nunca es suficiente.
   
Los troncos alimentas poco a poco las bocas de los hornos de barro.
Muchos pájaros cantores han sido calcinados por los cielos.

Montonetas pasan en bandada por las calles, una murmuración. 
Cruzando como los estorninos el cielo. Es una cuestión de sed.
   
Transportan a los gallos en canastas cubiertas por bolsas de plástico-
sus vidas enteras amarradas al suelo, atrapadas en mimbre.
   
Hasta que tienen suficiente ira. Techo a techo en los cónclaves 
cisterna a cisterna fría. Se han encargado de ello.
   
Los ricos tendrán lo que quieran. Acaso es un alivio?
La última nube está vacía. La primera muerte es razón suficiente.



De "En el ocaso del mundo"