Entregarse al sueño
por cien años o cien días!
El sol anuda ya las sombras
y se posa en mis labios
una mariposa de aire...
Amor, ven a mis brazos,
ven a mis brazos una sola vez!
Yo seguiré en el sueño,
más deja que mi cuerpo dormido
te conozca.
Las perlas de los tiempos
girarán nueve veces
en torno a nuestro lazo
y lo unirán
a las aguas profundas
hasta que un alba
nuestros dos corazones emerjan
fundidos en un pájaro.
De "Los secretos del bosque"
En "Movimientos insomnes"