domingo, 16 de noviembre de 2025

F. Jarmouni. XXVIII

Antes de que mis labios me confirmaran que yo te quería,
tú ya lo sabías, querida mía.
Mi mirada penetraba en ti,
hablándote, suplicándote que me quisieras
de la misma manera en la que yo lo hacía.
   
Qué caprichosa es la vida;
mi corazón te pertenecía a ti
y el tuyo, a la poesía. 
Te duele no haber podido corresponderme?
Mi expresión es como la de una flor;
un pájaro se posó en mí con tu voz
y, sin quererlo, se adueñó de mi amor,
dejándome sin vida.
  
Ahora tan solo nos queda un adiós,
un beso, una flor, una noche y una despedida.



 De "Elegía a noches y lirios"