voy a pintar de blanco el ayer.
De par en par abiertas
las manos y las puertas
nadie me diga qué debo hacer.
No pongo en venta mi soledad,
el mundo entero será mi hogar.
Señora mía soy
amaneciendo voy
mientras un niño dibuja el sol.
Tuve razón o me equivoqué
sobre mis dudas estoy en pie.
De par en par abiertas
las manos y las puertas
nadie me diga qué debo hacer.
Bosque y pájaros, cielo y mar,
mi propia vida quiero ganar.
Señora mía soy,
amaneciendo voy
mientras un niño dibuja el sol.
Del libro "Cancionero contra el mal de ojo"
En "El feminismo"