para mostrar lo que hay dentro,
por eso huele a sangre.
Aplicado con esponja en lugar de pincel,
el color se expande eternamente
y en su interior
el alma calladamente roja
huele a sangre.
Así se coagula
la memoria,
el presentimiento,
la brújula,
la conciencia de que yo
soy yo.
Eso que se filtra,
eso que se expande
tangible como el correr del agua
es tu sangre
dentro de los vasos capilares.
Entre
la oscuridad y la luz,
noche del abismo marino
adonde no llega ningún ruido
ningún haz de luz;
tarde remota
junto a una nebulosa
que estalló hace mil años.
Eso que se filtra,
eso que se expande,
eso que emerge
embebido de noche sangrienta
como un pájaro
que acaba
de cruzar una nube surcada por rayos
es tu sangre
dentro de mis vasos capilares.
De "Guardé el anochecer en el cajón"