jueves, 1 de agosto de 2024

Rita Dove. La casa de la calle Bishop

Ningún patio adelante, nada que pueda llamarse así,
solamente un porche voladizo sostenido por la fe
en el que ella acomodó la jaula del canario.
La casa estaba a oscuras todo el año
aunque había luz y agua instantáneas. 
(No más siseos de quemadores de gas,
   
el parpadeo cada vez más lejano
en los anteojos de partera de Anna Rettich
mientras ella susurraba piensa un bebé 
y los bebés venían). La primavera 
trajo un olorcillo a cerezas, del tipo
de las que se hierven durante horas en azúcar y clavo
   
desde el patio de la familia judía de al lado.
Yumanski se negaba a hablar así que 
ella nunca le compraba verdura;
en el Mercado de la Calle Canal, Gertrude,
la más joven y más rubia,
pasaba en las mañanas a buscar panceta y sémola. 
Había inundaciones de verano y moho
que susurraba a través de los bordes, había 
una pintura de un barco que ella veía 
en el camino al porche, cuando los desconocidos
gritaban desde la calle, Señora, su pájaro 
si que sabe cantar! Si se inclinaba hacia fuera,
ella veía apenas
la más leve de las malvas -no más que una idea-
que crecía justo detrás de las últimas casas.



De "Thomas y Beulah"