viernes, 17 de mayo de 2024

Karin Boye. Las piedras

Dios nos había dado pesadas almas de piedra.
Entonces estuvimos en la orilla del mar,
donde salían los rayos de sol, donde bailaba la espuma,
donde las gaviotas navegaban a la luz.
   
Entonces lanzamos las piedras en un juego de perecer.
Había que hacer algo con las piedras.
   
Rozaban la superficie, limitaban en arcos, se deslizaban
sobre en el abismo como los vientos!
   
Y feliz es nuestro sueño: es tocado por las alas,
por las golondrinas que se lanzan sobre el agua.
   
    

En "Un encuentro entre dos poetas suecas"