sana pronto. Las golondrinas se inclinan y gorjean
sobre nosotros, cayendo de vez en cuando hacia
la irradiadora evidencia de comida.
La calima verde sobre los árboles se convierte
en hojas y lo que parece humo
flotando sobre el establo del vecino
son sólo flores de manzano.
Pero a veces lo que parece un desastre
es un desastre, al fin llega el día
y los hombres mueven penosamente el ataúd
que pasa con dificultad entre los bancos de la iglesia.
De "La barca de las hojas tranquilas"
En "De otra manera"