viernes, 5 de enero de 2024

Raymond Carver. La telaraña

Hace un rato salí a la galería
de casa. Podía ver y escuchar el agua.
También las cosas que me han sucedido estos años.
Calor. Todo estaba tranquilo.
Marea baja.
Los pájaros en silencio.
Al apoyarme contra la columna del alero,
rocé con la frente una telaraña.
Se me enredó en el pelo.
No se me puede culpar por dar media vuelta
y entrar de nuevo. Ni una ligera brisa.
El mar estaba totalmente en calma. La colgué de la lámpara.
Ahora tiembla suavemente cuando mi aliento
la toca. Un tejido complejo. Intrincado.
Bastante antes, bastante antes de que alguien se dé cuenta,
ya me habré ido de aquí.



En "Todos nosotros"