lunes, 8 de enero de 2024

Jorge Luis Borges. Atardeceres

La clara muchedumbre de un poniente
ha exaltado la calle, 
la calle abierta como un ancho sueño 
hacia cualquier azar. 
La límpida arboleda 
pierde el último pájaro, el oro último. 
La mano jironada de un mendigo
agrava la tristeza de la tarde. 
   
El silencio que habita los esposos
ha forzado su cárcel. 
La oscuridá es la sangre
de las cosas heridas. 
En el incierto ocaso
la tarde mutilada
fue unos pobres colores. 



De "Fervor de Buenos Aires"