Pobre apasionado,
incluso con el ala pinzada, qué bien volabas! Aunque sin llegar al bosque.
Sano y ágil, sereno salvo por la preocupación en la mirada,
qué te hizo caer? Fueron las sacudidas
o el viento inestable bajo las plumas recortadas?
Cómo acabaste con tus coloridos pliegues en el campo abierto,
visible como un barco, una mota entre los matojos amarillos?
Pájaro rebelde, llamativo cuerpo caliente y extraño,
no te lo ha dicho nadie? Inútil es tu vuelo
hacia las ramas altas. Aquí está tu hogar,
entre el corral salpicado de grano y el árbol del bosque.
Aunque el Tiempo repueble las alas,
aunque de la anilla se libre la pata,
el animal confinado
nunca vuelve a ser libre.
De "El amor no lo es todo"