Que quede grabado en mí,
que todo el momento exacto
con su plenitud perfecta
quede en mi interior vibrando...
Que nada se pierda de él,
que no tenga que encontrarlo,
labre limosna, en el sueño
con su perfil deformado.
Que todo ser, blanda cera,
guarde su latido exacto,
pájaro vivo en la malla
de la voluntad apresado,
que toda alma esté alerta
y mi cuerpo esté afilando
sus mil memorias pequeñas
dispuestas a recordarlo.
De "Romances de la voz sola"
En "Colofón de luz"