Llevo dentro de mí desde mis orígenes, crepúsculos violeta,
vírgenes desnudas jugando con centauros galopantes...
amarillos días de sol con miradas resplandecientes.
Sólo los rayos del sol saben festejar a un tierno cuerpo de mujer...
El hombre no ha venido, nunca ha estado, no estará jamás...
el hombre es un espejo falso que la hija del sol, enfurecida,
arroja al acantilado,
el hombre es una mentira que no entienden los niños,
el hombre es fruta podrida que labios orgullosos desdeñan.
Hermosas hermanas, trepad a las más altas rocas,
somos todas guerreras, heroínas, amazonas,
ojos inocentes, frentes celestiales, larvas de rosa,
furioso oleaje y vuelo de pájaros,
somos las menos esperadas y las de un rojo más profundo,
manchas de tigre, cuerdas tensadas, estrellas sin vértigo.